Catan es un juego de mesa que aúna la estrategia, la astucia y la capacidad para negociar y en el que los jugadores tratan de colonizar una isla, Catán, rica en recursos naturales. Construyendo pueblos, estableciendo rutas comerciales, etc…
Pocos juegos reúnen tantas cualidades como Los Colonos de Catan. Su mecánica innovadora, capaz de satisfacer hasta el paladar del jugador más exquisito en materia de juegos de mesa, lo ha hecho merecedor de los más importantes premios internacionales.
El juego se desarrolla sobre un tablero montado al azar, formado por casillas hexagonales que representan los campos, montañas, bosques, canteras y llanuras de la isla de Catan; y sobre las cuales se ubica un marcador que indica el número de una las tiradas de dados posibles (números 2 al 12). De acuerdo al resultado en los dados, los jugadores obtendrán materias primas de aquellas tierras en las que hayan construido sus pueblos y ciudades, las cuales les servirán para seguir creando asentamientos y expandir sus dominios con el fin de conseguir los 10 puntos necesarios para ganar la partida.
A lo largo del juego, cada participante tendrá oportunidad no sólo de competir por el control de las mejores combinaciones de tierras, sino también de transar sus materias primas con la banca o con el resto de los jugadores, lo cual propiciará o entorpecerá irremediablemente las ambiciones de unos y otros. Pero eso no es todo, porque a la rivalidad de los jugadores y su cambiante fortuna, se sumará el azote implacable del Ladrón que, de cuando en cuando, le dará a un participante la oportunidad de robar las materias primas de uno de sus compañeros, echando por los suelos sus planes secretos de expansión.