En laberinto mágico, los jugadores adoptan el rol de aprendices de brujo y tienen una misión muy importante: reunir cinco símbolos mágicos. Sin embargo, los maestros no lo van a poner fácil: han preparado un laberinto con muros invisibles que dificultan el acceso a los preciados símbolos. Así, los jugadores deberán emplear su memoria para recordar donde se encuentran las paredes y ser los más rápidos en reunir los símbolos.
Por turnos, cada jugador tirará el dado y podrá moverse tantas casillas como muestre el resultado. ¡Hay que correr para conseguir ese símbolo mágico! Siempre se pueden mover menos casillas de las que marca el dado, pero el movimiento solo podrá ser horizontal o vertical, nunca en diagonal. Si durante el movimiento se cae la bola que se encuentra bajo tus pies... ¡Has chocado contra un muro invisible! Recoge la bola, que habrá salido por una de las esquinas y vuelve con tu peón a la casilla de salida. La buena memoria es vital para recordar donde se encuentran los muros.
Cuando un jugador llegue a un símbolo mágico, se lo queda y se saca uno nuevo de la bolsa. Si un jugador se encuentra en la casilla donde hay que poner la ficha... ¡Ha tenido mucha suerte, porque se la queda! Los turnos se van sucediendo hasta que uno de los jugadores sume 5 símbolos y se proclame vencedor.