Blind Business está formado por un mazo de 50 cartas, numeradas del 1 al 11 en 4 grupos de colores diferentes, más 6 comodines. Al empezar la partida, cada jugador recibe 4 cartas del mazo. Después de verlas, deberá barajarlas y ponerlas a la vista del resto sin saber en qué posición ha quedado cada carta. En cada turno, el jugador activo deberá pedir una carta a un oponente, que puede aceptar o rehusar. En caso de rehusar, el oponente gana la carta que le habían pedido y la dispone en su zona de juego para puntuarla al final de la partida, mientras que el jugador activo puede quedarse con cualquiera de las otras cartas de la mano de ese jugador. Si por contra el oponente acepta la oferta, podrá reclamar a cambio una carta de la mano del jugador activo. En este caso, el jugador activo puede aceptar el trato, con lo que ambos obtendrán la carta deseada, o bien rehusar, de modo que cada uno pondrá en su zona de juego la carta de su mano que había sido objeto del trato. Finalmente, los jugadores reponen su mano para tener 4 cartas, que siguen a la vista de todos los jugadores y ajenas a los ojos de su propietario.
Las cartas se van ordenando en columnas según su color en la zona de juego de cada participante. Los colores corresponden a las cuatro zonas en que está dividida la ciudad: el parque, el paseo marítimo, la estación y el centro. Al final de la partida, en función de las mayorías, los jugadores ganarán más puntos según las combinaciones de cartas que tengan. También es posible ganar si alguien consigue cinco cartas consecutivas de un único color… ¡Atentos a vuestros rivales!
Blind Business forma parte de la colección pocket de Devir, que se caracteriza por traer grandes juegos en formato reducido y con un coste económico. Además de su portabilidad, que los hace unos grandes compañeros de viaje, son títulos versátiles al alcance de todos los públicos. Las partidas a Blind Business se resolverán en muy poco tiempo y es muy posible que encadenéis una partida tras otra.
